Menumentos Mexafísicos / Año 3

Amigos de Tabasco:  ¿Se les aparece Chicoché en el panteón cantando la del "Sirenito" o han sido invadidos por un pejelagarto radioactivo gigante? Estoy seguro que hay grandes historias en el edén que me gustaría ilustrar ¡Cuéntamelo todo en este link! :  Monumentos Mexafísicos / Año 1 / Zona sur

Una de las leyendas más curiosas de Quintana Roo es la relacionada con el Puente de los Aluxes. Cuentan que en 1992 había la urgencia de construir un puente que conectara de mejor manera a la ciudad de Cancún con el nuevo aeropuerto. El problema era que sin importar los esfuerzos el puente se derrumbaba cada que intentaban levantarlo. Y fue gracias al consejo de un brujo maya que decidieron construir un altar para los aluxes bajo el puente, pues según su asesoría estos seres mágicos estaban ofendidos por haber ocupado terreno sagrado sin permiso y exigían una ofrenda. El altar se construyó y el puente se mantiene por fin en pié hasta el día de hoy.

Me contaron la historia de un tramo carretero muy peligroso en Quintana Roo, lo llaman "Las Curvas del Diablo" y según me explicaron, el detalle que le da fama de inseguro es la falta de inclinación en sus curvas pronunciadas. Y aunque el tramo tiene una infinidad de relatos fatales y desgracias, también cuenta con un amplio historial de curiosidades que me pareció que valían la pena rescatar.

Uno de los sitios más conocidos en la ciudad de Chetumal, sin duda es la "famosa" Casa Voladora. La historia descrita en su placa cuenta que en 1955 muchas de las casas de Chetumal eran de madera, y fue durante el azote del huracán Janet, que dicha casa fue desprendida de sus cimientos y desplazada 300 metros tierra adentro sin que ninguna de las 25 personas que se encontraban en su interior resultara herida ni se diera cuenta de lo sucedido. No puedo imaginar lo extraño que debió haber sido asomarse a la ventana y encontrarse en otro lugar. El fenómeno de Janet aún es recordado como una de las mayores tragedias que le han sucedido a Chetumal, y marcó el renacimiento de la ciudad. Hoy en día son escasas las viviendas de madera, pero la Casa Voladora se convirtió en un agradable café cerca del bulevar y se puede visitar para rememorar esa peculiar historia.