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Mostrando entradas de julio, 2019

Convocatoria Chiapas

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Amigos chiapanecos: estoy seguro que en esa tierra tan mágica tienen puñados de historias que contarme, ¡y me encantaría ilustrarlas! Usa este link ¡y cuéntamelo todo!   https://forms.gle/ubNfFFttsBB7sEZv9

El Arca de Regina

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Esta es casi, casi la razón por la que existe este proyecto. Cuando me la contó Turriza del blog de Rodrigo ( http://pildoritadelafelicidad.com/ ) casi no la podía creer, ¡¿una falsa mesías estafadora que malconstruye un Arca de Noé campechana para el segundo diluvio univesal?! ¡¿Es neta?! La verdad es que si esta premisa no te atrapa no vuelvas a palomear los captcha de "I´m not a robot". La historia se cuenta mucho mejor y más a fondo en el blog de Rodrigo y en varios sitios con algunas discrepancias que circulan por ahí, pero con el espacio que cuento, esto es lo que pude resumir. Sin duda una gran anécdota que me motivó a encontrar más y más para dale forma como puedo y desde mi trinchera a este proyecto, y que hasta la fecha no me ha fallado, ¡eres una chingonada, México!

Los Muertos de Pomuch

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Confieso que al escuchar por primera vez esta costumbre popularizada por los habitantes de Pomuch, en Campeche, sentí una mezcla de terror y asombro. Y aunque de inmediato me interesé en rescatarla para este proyecto, al momento de investigar un poquito y tratar de aterrizarla (pues aún faltan 4 meses para el día de muertos y me es imposible presenciarla) entendí que mi enfoque era incorrecto, no hay nada morboso en su costumbre, al contrario, es un acto de amor. La gente de Pomuch no olvida a sus difuntos, al contrario, conviven de manera espiritual y física, se acercan de una manera que no conocía y que me conmueve de una manera muy particular. Espero visitarlos en esas fechas para tener la suerte de documentarlo, ¡qué bella costumbre!

Los Osos de Nunkiní

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El carnaval de osos de Nunkiní se convirtió espontáneamente en una gran tradición, y no es que su fauna local cuente con esos grandes animales, ni de cerca. Sucede que la fascinación por estas bestias se remonta a la visita de un circo en la década de los 20s, o al menos ese parece ser uno de los factores que detonaron la osomanía de sus habitantes. El chiste es que año con año, el pueblo entero parece convertirse en oso (o al menos en alguna interpretación casera de éste) para salir a repartir alegría en sus fiestas carnavalescas. Podrán no ser representaciones precisas, pero es de aplaudir el ánimo con el que estas personas confeccionan sus trajes y mantienen viva una tradición tan llamativa como caprichosa a sus casi 100 años de distancia, ¡chulada!